El comprador ahorrador es el protagonista de Marketing de Mercadillo y en su conservación hay que diferenciarle del cazador de chollos. Frente al perfil de usuarios que solo curiosea por la red se encuentran los compradores online con motivaciones. Y aunque es cierto que tras el cazachollos y tras el comprador ahorrador siempre hay un sentimiento de victoria por haber encontrado el mejor precio, les mueven diferentes objetivos.
El cazador de chollos vive por y para el mejor precio, la necesidad puede quedar relegada a una segunda posición cuando el precio baja radicalmente. El precio es el único punto de la pantalla que verá este comprador y por ello la fidelidad con la marca se desvirtúa.
No son equilibrados los esfuerzos de dirigirse al cazador de chollos con los beneficios que se pueden conseguir de ellos, pero tampoco hay que huir. Pasarán por el eCommerce y puede que ocasionalmente compren, pero no existirá esa sensación de identificación con la tienda. De hecho algunas marcas no les tienen ningún miedo y les lanzan campañas directas como las promociones Caza-Chollos de Sarenza o el programa Sprint Price para cazachollos de Retto.
La rutina de estos cazadores se vale de múltiples herramientas; son asiduos y siguen en redes sociales a las web de cupones y códigos, están suscritos a todas las newsletters, tienen sus foros de referencia, e incluso se interesarán por los chollos en tienda física revisando las webs que sirven de directorio de catálogos comerciales como Tiendeo.
Y entre sus armas, la tecnología. Que les facilita extensiones para los navegadores que ofrecen un seguimiento de los precios en los productos seleccionados, los principales (como Keepa y Camel Camel Camel) se enfocan exclusivamente a Amazon. Y es que el historial de precios de un producto es una atracción clave para este cazador.
Una vez han puesto el punto de mira en una tienda online, la captación puede resultar sencilla y es probable que se suscriban a la newsletter de la tienda a la espera de grandes descuentos; pero no aplican demasiadas cribas y probablemente estén suscritos a todas las del sector.
Por su parte el comprador ahorrador disfruta con el ahorro, siendo el ahorro una constante. Un buen precio llamará su atención pero comprará cuando lo necesite y si ya es fiel a una tienda costará cazarle.